Día de las Familias
Fue en la década de los ochenta cuando las Naciones Unidas, siguiendo las recomendaciones del Consejo Económico y Social, comenzaron a interesarse en las familias y sus necesidades. Tras diversos debates, en 1989, la Asamblea General proclamó el Año Internacional de la Familia, donde se incluían medidas para mejorar la situación y el bienestar de las mismas e intensificar la cooperación internacional con el fin de favorecer el desarrollo social.
En 1993 se decidió celebrar el Día Internacional de la Familia cada 15 de mayo con el objetivo de informar acerca de las cuestiones relativas a las familias y reflexionar sobre cómo les afectan los procesos demográficos, sociales y económicos.
Actualmente, la crisis sanitaria de la COVID-19 ha puesto de manifiesto la necesidad imperiosa de invertir en políticas sociales que protejan a las familias. La vulnerabilidad a la que se han visto sometidas por causa de las pérdidas masivas de puestos de trabajo, los cambios en las dinámicas familiares y sociales, los problemas económicos y de salud o la falta de recursos, ha puesto de manifiesto que son las familias quienes se llevan la peor parte de la crisis. En momentos de incertidumbre económica como el que estamos viviendo, la pobreza se agrava y las situaciones de estrés aumentan, lo que a menudo deriva en conductas violentas contra las mujeres, niñas y niños, y personas dependientes. Por todo ello, es fundamental ofrecer el mayor apoyo posible a las familias más vulnerables, con niños pequeños, personas mayores o con discapacidad a su cargo, que hayan perdido sus ingresos o que habiten en viviendas inadecuadas.
Las Naciones Unidas consideran que, aunque el concepto ha evolucionado en los últimos años en referencia a las transformaciones sociales y cambios demográficos, la familia constituye la unidad básica de la sociedad. El núcleo familiar permite la existencia de una unidad de consumo y la transmisión de valores entre generaciones.
En este contexto, el Día Internacional de las Familias posibilita la identificación, reconocimiento y análisis de cuestiones económicas, demográficas y sociales que afectan a su desarrollo y evolución.