Violencia de género digital en adolescentes
La violencia de género no es algo que se dé solamente en adultos; aunque nos cueste creerlo, poco a poco los jóvenes y adolescentes han ido instaurando en sus relaciones personales pensamientos y comportamientos basados en el control del otro, lo que conlleva que sus primeras relaciones íntimas se basen en dinámicas tóxicas. La normalización de estas actitudes facilitará la presencia de factores de riesgo que lleven a ejercer violencia de género. La manera más común, y a veces sutil, de llevar a cabo estas conductas de control es a través de las nuevas tecnologías.

Actualmente hay que tener en cuenta nuevas formas de violencia de género que están surgiendo como consecuencia de la aparición y desarrollo de las nuevas tecnologías. Todas estas conductas de violencia de género que se ejercen a través de las redes sociales o de Internet las podemos englobar bajo la denominación de violencia de género digital, que particularmente está afectando a ciertos colectivos como el de jóvenes y adolescentes,
Esta violencia digital supone una limitación de la libertad que genera dominación y relaciones desiguales dentro de una relación afectiva; supone un abuso sobre una de las partes mediante estrategias humillantes que afectan a la privacidad e intimidad, además del daño que puede conllevar a su imagen pública.
Internet y las redes sociales constituyen un ámbito en el que la población más joven se encuentra muy cómoda y en el que desarrolla sus capacidades y relaciones sin las limitaciones impuestas en otros entornos. Por ello, determinados patrones de uso que pueden ser interpretados como prácticas de riesgo, tales como intercambiar información o imágenes privadas, el control por parte de la pareja a través de las redes sociales, quedar con un desconocido por internet etcétera no se perciben como un peligro, sino como algo "normal", e incluso en ocasiones, como muestras de amor y confianza.
Debido a la gran velocidad a la que avanza el mundo de las nuevas tecnologías, se debe promover un buen uso de las TIC para evitar que siga avanzando esta nueva manera de ejercer violencia de género.
Algunos signos que podrían indican que se está produciendo violencia digital los siguientes:
• Acosar o controlar a tu pareja usando el móvil.
• Insistir en el envío constante de mensajes.
• Espiar el móvil de tu pareja.
• Interferir en las relaciones que tu pareja pueda tener con otras personas en Internet.
• Censurar fotos que tu pareja publica y comparte en redes sociales.
• Controlar lo que hace tu pareja en las redes sociales.
• Exigir a tu pareja que demuestre dónde está con su geolocalización.
• Obligar a tu pareja a que te envíe imágenes íntimas.
• Comprometer a tu pareja para que te facilite sus claves personales.
• Obligar a tu pareja a que te muestre un chat con otra persona.
• Mostrar enfado por no tener siempre una respuesta inmediata online.